Vaginismo:
Causas y Tratamientos.
¿Qué es el Vaginismo?
El vaginismo es una disfunción sexual que se caracteriza por contracción involuntaria de los músculos del suelo pélvico, lo que puede dificultar, o incluso imposibilitar, la penetración causando dolor y frustración. La contracción de los músculos se produce de forma involuntaria por lo que no es controlable por la persona que lo experimenta.
Según diferentes estudios, se estima que el vaginismo puede estar afectando a entre el 6 y el 17% de las mujeres, independientemente de la edad o experiencia sexual.
El vaginismo, aunque es una patología física, tiene implicaciones significativas a nivel emocional y psicológica.
¿Cuál son los síntomas del vaginismo?
La presentación de los problemas de vaginismo es muy variada, no obstante, hay una serie de características comunes que nos ayuda a reconocerlo:
- Dolor intenso o ardor durante la penetración.
- Dificultad o imposibilidad para la penetración, ya sea con una pareja, tampones o durante exámenes ginecológicos.
- Ansiedad anticipatoria frente a situaciones íntimas.
- Tensión en los músculos del suelo pélvico, incluso al intentar relajarse.
Además de los síntomas físicos, es común que las personas experimenten emociones como la vergüenza o la frustración, e incluso, la baja autoestima a raíz del vaginismo.
¿Cuáles son las causas del vaginismo?
El vaginismo, al igual que la mayoría de las disfunciones sexuales, es un problema psico-fisiológico.
Causas físicas
Hay multiplicidad de condiciones físicas y/o médicas que pueden provocar la presencia de vaginismo, no obstante, algunas de las más comunes son:
- Infecciones vaginales recurrentes.
- Sequedad vaginal o inflamación.
- Cirugías previas en la zona pélvica.
- Dolor crónico o condiciones como la vulvodinia.
Causas psicológicas
Hay multiplicidad de condiciones psicológicas y emocionales que pueden provocar la presencia de vaginismo, no obstante, algunas de las más comunes son:
- Ansiedad o miedo al dolor.
- Experiencias traumáticas, como abuso sexual.
- Creencias culturales o religiosas restrictivas sobre la sexualidad.
- Problemas de autoestima o autoconcepto.
El vaginismo es una respuesta compleja que no debe ser simplificada donde cada caso es único y puede estar influenciado por una multiplicidad de factores.
¿Cuál es el tratamiento para el vaginismo?
El vaginismo no es una enfermedad crónica, con un buen tratamiento multidisciplinar, donde se combine tratamiento físico con tratamiento psicológico, se pueden abordar los síntomas y hacer que desaparezcan. Las diversas opciones que hay para abordar esta problemática son:
- Fisioterapia del suelo pélvico: una fisioterapeuta especializada en fisiosexología ayuda a identificar y relajar los músculos implicados.
- Seguimiento por medicina (medicina general / ginecología): un profesional de la medicina ayuda a trabajar la zona afectada a través del uso de dilatadores vaginales.
- Terapia psicológica: un psicólogo ayuda a eliminar el miedo, ansiedad y los posibles bloqueos emocionales que causen el vaginismo.
- Terapia sexual: un sexólogo ayuda a promover la comunicación e intimidad en pareja para construir espacios de seguridad que permitan una mejor expresión de la sexualidad.
Consejos Prácticos para gestionar el Vaginismo
El tratamiento profesional es fundamental en caso de vaginismo, no obstante, te dejo ciertas recomendaciones que puedes poner en práctica en casa.
- Comparte tus miedos e inseguridades con tu pareja.
- Prueba ejercicios de respiración y relajación antes de las relaciones sexuales.
- Amplia el tiempo del juego previo.
Estos pequeños pasos pueden marcar una gran diferencia en el camino hacia la recuperación.
¿Cuándo Buscar Ayuda Profesional?
Si experimentas dolor recurrente, afectación en tu autoestima o problemas en tu relación de pareja, es momento de buscar ayuda.
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